jueves, 17 de enero de 2008

El don de la ubicuidad

EL DON DE LA UBICUIDAD

Por Magdalena González


Nuestro alcalde Juan Carlos Aparicio se presenta como número uno en las listas del PP al Congreso de los Diputados por Burgos. No nos engañemos. La probabilidad de que salga elegido es muy alta, por no decir que seguro conseguirá su acta de diputado.
Yo no sé ustedes, pero a mí me da que esto, o tiene trampa o tiene truco. Ser alcalde de una ciudad como Burgos exige unas buenas horas de trabajo y dedicación. No sólo para hacerse las fotos en las fiestas, recepciones, inauguraciones, etc (que también lleva su tiempo, no crean, -elegir corbata, peinarse, saber quién es quién-), sino que además seguro que la mesa del señor alcalde estará llenita de expedientes, informes, quejas y demás papeleo que hay que resolver diariamente y sobre las que tendrá que adoptar las decisiones que correspondan. Digo yo, ocho horitas diarias, debería de dedicar como mínimo. O al menos por esas cuarenta horas semanales cobra, como cualquier trabajador en este país que esté contratado a jornada completa. Ahora ya es senador, pero todos nos imaginamos que no es lo mismo: ni en repercusión mediática ni en presencia personal.
Pues bien. El señor Aparicio quiere ser el nuevo héroe del cómic hispano: “Aparicio-ubicuo”. Como el personaje Hiro Nakamura de la serie “Héroes”, ser capaz de teletransportase en el tiempo y en el espacio. No sólo le sobran horas para ser alcalde y presidente del PP en Burgos, sino que, además, su conciencia social y espíritu de sacrificio “le pide” ir al Congreso. Quizás a rememorar su época de ministro: asistir a los plenos, a jugosas comisiones y volver a subir a la tribuna de oradores a defender rígidas posturas, como aquella de la huelga general que le montaron los sindicatos en su etapa de ministro de trabajo.
Y todo eso a menos de ocho meses de haber pedido la confianza a los burgaleses para dirigir el Consistorio Municipal. Yo no le voté. Pero me gustaría saber cómo se sienten los votantes que le confiaron una gestión importante por cuatro años y ven que ya está cansado de estar en provincias. Que Madrid le llama y que sus ambiciones políticas son más importantes que el desengaño que provoca en aquellos que confiaron en él.
Madrid también ha estado a punto de perder un alcalde y una presidenta de la Comunidad en beneficio de la Cámara Baja. ¿Qué tendrá, señores, qué tendrá? Pero, al menos, ellos estaban dispuestos a dimitir de su puesto, no a compaginarlos. Una pena. No son héroes, como nuestro burgalés Aparicio-Hiro al que los Reyes Magos le han traído el don de la ubicuidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Discúlpenme... pero es que en Burgos nos mola eso de tener "tele-alcalde".

Anónimo dijo...

Déjenme que tome una frase de un miembro del PSOE de Burgos:

"O desprecia un cargo, o desprecia el otro, o, lo que es peor y más probable", desprecia ambos."